Noticias

Santos Martires Sergio y Baco

User Rating: 0 / 5

Star InactiveStar InactiveStar InactiveStar InactiveStar Inactive
 
Sergio y Baco vivieron en tiempos del Emperador Maximiano,1 quien los hizo, a pesar de su juventud, oficiales superiores en la Schola Gentilium, comisionando a Sergio como primicerio y a Baco como secundicerio.2 Un día el Emperador ordenó ofrecer públicamente sacrificios en honor a los ídolos, pero los dos jóvenes funcionarios se negaron a participar. Maximiano consideró su insubordinación como un motín, y los hizo llevar ante su tribunal para explicarse. “Sólo estamos obligados a servir fielmente a su ejército en la tierra,” dijeron ellos. “El fuego y la espada jamás lograrán separarnos del único y verdadero Dios, a quien rendimos culto, para adorar ídolos inicuos; nada nos haría más feliz que sufrir por nuestra fe.” Maximiano ordenó entonces que fueran despojados inmediatamente de su insignia militar y vestidos con ropa de mujer. Así ataviados, fueron arrastraron por las calles con pesados collares de hierro alrededor de sus cuellos, volviéndose el hazmerreír de la plebe. Luego fueron trasladados de prisión en prisión hasta llegar a Barbalisos, en el Eufrates,3 sede de Antíoco, Gobernador de Oriente, un hombre particularmente cruel e implacable.

 Los jóvenes santos mantuvieron la calma tanto ante las amenazas como ante las lisonjas del Gobernador. Sergio fue confinado en soledad, mientras a Baco lo torturaban. Fue cruelmente golpeado con tendones de buey, entregando alegremente su alma a Dios, para unirse al ejército de los Santos y los ángeles. Al día siguiente, fue traído Sergio; estaba afligido solamente por permanecer aún en este mundo de vanidad, mientras su compañero disfrutaba ya de la beatitud. En vano intentó Antíoco hacerlo renegar de su fe, recordándole la posición de la que alguna vez disfrutó y amenazándolo con crueles tormentos.

Le pusieron zapatos con púas en el interior, y lo hicieron correr catorce kilómetros delante de un carro, hasta el Fuerte de Cuatro Torres.4 Elevado por sobre los sufrimientos, y con la alegría de compartir la Pasión del Señor, el joven corría ávidamente, mientras cantaba Salmos. Durante la noche, sus heridas fueron curadas por un Ángel, apareciendo al día siguiente ante el Gobernador, fresco y preparado para nuevas pruebas.

Antíoco ordenó que fuera decapitado en Rasafa, una guarnición cercana. Cuando llegaron al lugar, el Santo pidió a sus ejecutores que le dieran unos momentos, durante los cuales elevó fervientes oraciones a Dios por sus perseguidores. Luego, doblando su cabeza bajo la espada, partió para unirse a Baco en el Reino de los Cielos. Los habitantes del pequeño pueblo de Sura, donde Baco había sido martirizado, querían llevarse en secreto el cuerpo de Sergio, pero el Santo los detuvo encendiendo una llama. Los cristianos de Rasafa corrieron al lugar, impidiendo el hurto, y pusieron las santas reliquias en un lugar seguro. Después se construyó una iglesia sobre  la tumba de San Sergio, la que se convirtió en uno de los más grandes y venerados santuarios de Oriente.5



1 Lo más probable es que se trate de Galerio Maximiano en lugar de Maximiano Hércules, cuya jurisdicción no se extendía a Oriente. Antes de partir a su gran campaña contra los persa (297), Galerio purgó su ejército de cristianos. Es posible que Sergio y Baco provinieran originalmente de Roma, aunque la historia de su martirio transcurriese completamente en Oriente.

2 Los Scolae fueron establecidos por Diocleciano para proporcionar un grupo de tropas de élite y servir como cuerpo para entrenar a sus oficiales. Ellos posteriormente se desempeñaron como guardia imperial y batallones ceremoniales.

3 Balis, a noventa Km de Alepo o según otros, Arabisos (hoy Afcim) en Capadocia.

4 Ahora conocido como Qseyras-Sele.

5 Recientes excavaciones arqueológicas han puesto al descubierto las ruinas de tres grandes basílicas en Rasafa que, a principios del siglo VI, era conocida como Sergiópolis y seguía siendo uno de los lugares más afamados de peregrinación en Oriente, incluso bajo la ocupación musulmana. Fue destruida en el siglo XIII durante la invasión tártara. El cráneo de San Sergio es venerado en el monasterio de Simonopetras de Monte Athos, y el de San Baco en el monasterio de Vatopedi en Monte Athos.

Fuente: www.acoantioquena.com

© Copyright 2024 CURSOS BIBLICOS. All Rights Reserved.

Search